¿Cuántos lugares hemos vivido? Le pregunté a Lori. Eso depende de lo que quieras decir con "Vivir", dijo. Si pasas uno en una ciudad, ¿viviste allí? ¿Qué pasa con dos noches? O una semana entera? Pensé. Si desempacas todas tus cosas, le dije. Contamos once colocados que habíamos vivido, luego perdimos la pista. No podíamos recordar los nombres de algunas de las ciudades o cómo se veían las casas en las que habíamos vivido. Sobre todo, recuerdo el interior de los autos. ¿Qué crees que pasaría si no siempre nos estuviéramos moviendo? Yo pregunté. Nos atraparían, dijo Lori.pg. 29
(How many places have we lived? I asked Lori. That depends on what you mean by 'lived', she said. If you spend one in some town, did you live there? What about two nights? Or a whole week? I thought. If you unpack all your things, I said. We counted eleven placed we had lived, then we lost track. We couldn't remember the names of some of the towns or what the houses we had lived in looked like. Mostly, I remember the inside of cars. What do you think would happen if we weren't always moving around? I asked. We'd get caught, Lori said.pg. 29)
En una conversación sobre su pasado, Jeannette y Lori reflexionan sobre los numerosos lugares que han vivido, destacando la complejidad de lo que significa realmente "vivir" en alguna parte. La discusión revela que el número de noches pasadas en un lugar puede influir en su percepción de residencia. Después de contar, llegan a once lugares diferentes, aunque luchan por recordar ciudades y hogares específicos, enfatizando la naturaleza transitoria de sus experiencias.
Su diálogo pide a Jeannette que reflexione sobre el impacto del movimiento constante en sus vidas. La respuesta de Lori sugiere que su estilo de vida nómada puede ser un medio de evasión. Este intercambio encapsula su historia compartida de inestabilidad y las implicaciones emocionales de una vida gastada en movimiento, cuestionando en última instancia las consecuencias de su implacable cambio.