En "The Time Keeper" de Mitch Albom, se explora el concepto de infligir dolor a los demás como un intento equivocado de expresar nuestro propio dolor. Este comportamiento a menudo proviene de un deseo más profundo de amor y conexión, revelando una necesidad humana fundamental de apoyo y comprensión emocional. En lugar de abordar nuestro propio dolor directamente, a veces arremetemos, con la esperanza de ser notados o atendidos.
Esta cita captura la paradoja de cómo el dolor puede ser un grito de ayuda. Sugiere que el acto de lastimar a otros puede ser un reflejo de nuestras propias luchas internas y anhelar el amor, destacando la importancia de la compasión y la empatía. Al reconocer esto, podemos comenzar a abordar nuestras heridas emocionales de manera más saludable, fomentando la curación en lugar de perpetuar ciclos de dolor.