En sus diarios finales, William S. Burroughs reflexiona sobre sus puntos de vista sobre los informadores, revelando sus sensibilidades anticuadas. Expresa un claro desdén para aquellos que traicionan la confianza y comparten información confidencial, lo que sugiere que valora la lealtad y la discreción sobre los soplones. Esta perspectiva está tejida a lo largo de su narrativa, destacando su creencia en la importancia de la integridad personal y las complejidades de las relaciones humanas.
. La renuencia deBurroughs hacia los informadores también habla de un tema más amplio de autenticidad en la comunicación y los posibles peligros de traición. Su postura antigua sirve como un recordatorio de los dilemas éticos que enfrentan en la sociedad, particularmente en un mundo donde la información puede ser tan fácilmente armada. A través de sus escritos, critica la dinámica social mientras aboga por un enfoque más confiable y respetuoso para las interacciones interpersonales.