En una correspondencia con un economista estadounidense, AMOS destacó la complejidad del comportamiento humano en relación con la 'teoría del valor'. Reconoció que ciertos comportamientos pueden parecer imprudentes o defectuosos, pero aún se manifiestan en la realidad. Esta reflexión apunta a la importante distinción entre los modelos ideales de elección y los patrones reales de toma de decisiones exhibidos por las personas.
.Amos ilustró este concepto comparándolo con el ámbito de la visión, donde una teoría que explica las ilusiones ópticas no se considera incorrecta simplemente debido a estas anomalías. Por lo tanto, una teoría de elección no debe descartarse para resaltar el 'comportamiento irracional' cuando tales acciones son evidentes en la naturaleza humana, enfatizando la necesidad de comprender en lugar de juzgar comportamientos observados.