Si le prometía un auto nuevo, ¿diría: "Si es nuevo, probablemente no tendrá un motor, una transmisión, puertas, ruedas o ventanas"? No, nunca harías tales suposiciones. ¿Por qué? Porque si un auto nuevo no tuviera estas cosas, no sería un automóvil. Del mismo modo, cuando las Escrituras hablan de una nueva Tierra {2 Peter 3, y Apocalipsis 21}, podemos esperar que sea una versión mucho mejor de la Vieja Tierra, pero realmente será la Tierra.
(If I promised you a new car, would you say, "If it's new, it probably won't have an engine, a transmission, doors, wheels, or windows"? No, you'd never make such assumptions. Why? Because if a new car didn't have these things, it wouldn't be a car. Likewise, when Scripture speaks of a new Earth {2 Peter 3, and Revelation 21}, we can expect that it will be a far better version of the old Earth, but it will truly be Earth.)
La cita utiliza la analogía de prometer un automóvil nuevo para ilustrar las expectativas sobre lo que significa "nuevo" en términos bíblicos. Así como uno no asumiría que un automóvil nuevo carece de componentes esenciales como un motor, debemos entender que la "nueva Tierra" descrita en las Escrituras representa una versión mejorada y totalmente realizada de nuestro mundo actual, no algo completamente extraño. Las referencias en 2 Peter y Apocalipsis sugieren continuidad y mejora en lugar de discontinuidad completa.
El autor Randy Alcorn enfatiza que esta nueva creación mantendrá la esencia de lo que sabemos, pero en una forma más gloriosa. Como creyentes, podemos esperar una tierra renovada que conserva su identidad mientras se transforma para una mejor existencia. Esta perspectiva fomenta una perspectiva esperanzadora del futuro, destacando tanto la continuidad con el presente como la promesa de un mundo más perfecto.