En el libro "Money, Posessions and Eternity" de Randy Alcorn, el autor analiza las implicaciones morales de cómo se gana y asigna dinero. Sugiere que esforzarse por generar ingresos suficientes para satisfacer las necesidades inmediatas de la familia de uno puede parecer humilde, pero puede considerarse un acto egoísta. Esta perspectiva desafía las percepciones comunes sobre el materialismo y destaca la responsabilidad que viene con los recursos financieros.
Alcorn refuerza la idea de que cuando las personas se centran únicamente en las necesidades básicas de su familia, pueden descuidar la oportunidad de ayudar a otros en su comunidad. Argumenta que la abundancia financiera puede usarse para fines altruistas mayores, enfatizando una obligación ética más amplia de apoyar no solo a la familia sino también a aquellos que son menos afortunados.