En el libro "Princesa" de Jean Sasson, el autor relata sus experiencias viviendo en Arabia Saudita y destaca las tradiciones rígidas que gobiernan la vida de las mujeres en esa sociedad. Ella reflexiona sobre cómo estas costumbres a menudo conducen a la opresión y la desigualdad. A través de sus observaciones, Sasson se imagina que si el Profeta Muhammad estuviera vivo hoy, se opondría a prácticas tan obsoletas.
Esta declaración subraya la necesidad de evolución en las normas culturales, particularmente aquellas que afectan los derechos de las mujeres. Enfatiza el potencial de una interpretación más progresiva de la tradición, lo que sugiere que la iluminación y los valores modernos deberían reemplazar las costumbres restrictivas que limitan las libertades de las personas.