En "The Glass Castle", Jeannette Walls comparte un poderoso mensaje sobre los roles y las responsabilidades de los padres. En un momento de reflexión sincera, enfatiza que para ser tratado con el respeto y el cuidado típicamente brindados a las madres, uno debe encarnar las cualidades nutritivas y de apoyo asociadas con la maternidad. Esto resalta la expectativa de reciprocidad en las relaciones, particularmente entre los padres y sus hijos.
La cita subraya la noción de que el amor y el cuidado no pueden ser exigidos simplemente; Deben ser demostrados a través de acciones. La narrativa de Walls a menudo examina las complejidades de su propia educación, donde los roles de los padres tradicionales fueron desafiados por los comportamientos de sus padres, dando forma a su comprensión de lo que significa ser madre y las responsabilidades que vienen con él.