En cualquier caso, este era un profundo prejuicio humano. Seres humanos para encontrar un comando central en cualquier organización. Los estados tenían gobiernos. Las corporaciones tenían CEO. Las escuelas tenían directores. Los ejércitos tenían generales. Los seres humanos tendían a creer que sin el mando central, el caos abrumaba la organización y no se podría lograr nada significativo.
(In any case, this was a deep human prejudice. Human beings to find a central command in any organization. States had governments. Corporations had CEOs. Schools had principals. Armies had generals. Human beings tended to believe that without central command, chaos would overwhelm the organization and nothing significant could be accomplished.)
En "Prey", Michael Crichton explora la necesidad humana intrínseca de una autoridad central dentro de varias organizaciones. Argumenta que las sociedades establecen naturalmente a los líderes, como los gobiernos de los estados y los CEO para las corporaciones, creyendo que este comando central es esencial para mantener el orden y lograr los objetivos. Esta creencia proviene de un prejuicio arraigado que sin tal liderazgo, el caos se produciría, obstaculizando el progreso y la efectividad.
Las observaciones de Crichton destacan la tendencia de los humanos a buscar jerarquías estructuradas, reconociendo que el control centralizado a menudo se percibe como crucial para la estabilidad. La dependencia de las cifras autorizadas refleja el deseo de imponer la organización ante la complejidad, enfatizando que evitar el caos es un aspecto fundamental del comportamiento organizacional humano.