En su libro "Animal Dreams", Barbara Kingsolver explora el profundo impacto del amor en los niños y sugiere que los que carecen de afecto pueden preocuparse por la fantasía y los aspectos mágicos de la vida. Esto resalta la necesidad de conexiones emocionales para un desarrollo saludable, enfatizando cómo el amor da forma a la percepción del mundo de un niño.
.Del mismo modo, "Alex & Me" de Irene M. Pepperberg profundiza en la relación entre un científico y su loro, mostrando el profundo vínculo formado entre ellos mientras descubren la inteligencia animal. Su viaje subraya la importancia de comprender la comunicación entre especies y las conexiones emocionales que trascienden el lenguaje, iluminando aún más el papel de la compañía en el aprendizaje y el crecimiento.