Encontrar el amor o nuestro verdadero propósito en la vida a menudo lleva tiempo, similar a los procesos naturales que nos rodean. Por ejemplo, se necesitan seis millones de granos de polen para sembrar una sola peonía y un viaje de salmón incansablemente para regresar a casa. Esto enfatiza que no debemos sentirnos desanimados si nuestros viajes personales se prolongan; La naturaleza nos enseña paciencia y resiliencia.
Los desafíos dede la vida, como relaciones fallidas o carreras estancadas, pueden herirnos profundamente. Sin embargo, reconocer la imagen más amplia nos permite aprovechar nuestra resistencia. Así como la naturaleza ensaya sus ciclos, nosotros también podemos prepararnos para reconocer y abrazar nuestros momentos cuando llegan, incluso si lleva años llegar allí.