Era un trabajo que se adaptaba perfectamente a Stinger, ya que siempre estaba feliz al gruñir, y gruñir a los tiburones es un trabajo tan grueso como cualquiera puede imaginar. Por supuesto, era posible que algún día pudiera conocer a un tiburón que no estaba asustado de él, pero esa es otra historia, y ningún trabajo puede ser perfecto en todos los aspectos.
(It was a job that suited Stinger perfectly, as he was always happy when snarling, and snarling at sharks is as snarly a job as anyone can imagine. Of course it was possible that one day he might meet a shark who wasn't frightened of him, but then that's another story, and no job can be perfect in all respects.)
Stinger encontró una gran satisfacción en su papel, ya que le permitió expresar su comportamiento gruñón mientras se involucraba con tiburones. La emoción de gruñir ante estas criaturas le trajo alegría, haciendo que el trabajo pareciera a medida para su personalidad. Su enfoque único para el trabajo logró un equilibrio entre su actitud agresiva y los desafíos planteados por los tiburones que encontró.
Sin embargo, Stinger era consciente de que su trabajo no estaba exento de riesgos. Él contempló la posibilidad de encontrarse con un tiburón que no se intimidara por su gruñido. Esta realización agregó una capa de complejidad a su papel aparentemente perfecto, recordándole que ningún trabajo es completamente sin sus posibles complicaciones o incertidumbres.