En la "44 Escocia de la calle" de Alexander McCall Smith, la narración sugiere que el conocimiento científico puede verse como formado por factores sociales, planteando preguntas sobre su veracidad. Esta perspectiva puede debatirse cómodamente en entornos familiares como París, donde uno se siente seguro. Sin embargo, la situación cambia dramáticamente cuando uno está alto en el cielo, dependiendo de esa comprensión científica para la seguridad durante un vuelo.
Esta yuxtaposición destaca el contraste entre las discusiones teóricas sobre el conocimiento y las realidades prácticas de la vida. Si bien es fácil desafiar la validez de la ciencia en un entorno abstracto, la dependencia de los principios científicos se vuelve innegable cuando la vida de uno cuelga en el equilibrio a treinta y cinco mil pies, enfatizando la importancia de reconocer la verdadera naturaleza del conocimiento científico. >