En "44 Scotland Street", Alexander McCall Smith expresa una crítica de la regularidad cuando carece de un significado más profundo o una belleza intrínseca. Sugiere que una adhesión rígida al orden puede volverse poco atractiva si no está acompañada de cualidades genuinas como el carácter o el alma. Este punto de vista destaca la importancia de la autenticidad y el desorden humano sobre la mera estructura.
La reflexión deSmith sugiere que la riqueza de la vida proviene de sus imperfecciones y complejidades más que de una existencia estéril y perfectamente regimentada. Esta perspectiva fomenta abrazar el caos de la naturaleza humana, que a menudo revela una belleza más profunda y más identificable que la frialdad de la regularidad estricta.