En "Junky" de William S. Burroughs, explora la transformación causada por el uso de sustancias, lo que sugiere que la basura o la heroína, esencialmente reduce al usuario a un estado similar a una planta. Este estado se caracteriza por la falta de dolor, deseo y un desapego de la experiencia humana. El autor contrasta la existencia sin sentido de una planta con la intensidad de las sensaciones humanas, particularmente el dolor y los impulsos sexuales, proponiendo que la basura sirve como un medio para escapar de estas experiencias humanas fundamentales.
Burroughs ilustra además que la retirada de la basura es un renacimiento doloroso, lo que indica la transición de regreso a un estado más animal en el que las personas recuperan su capacidad para sentir molestias y deseos. El proceso destaca la lucha entre el entumecimiento tranquilo proporcionado por la droga y la realidad caótica de ser humano. Este viaje refleja un comentario más profundo sobre la adicción, dibujando una línea marcada entre el entumecimiento y las vívidas sensaciones de la vida.