Los hombres han imaginado repúblicas y principados que en realidad nunca existieron. Sin embargo, la forma en que viven los hombres está tan alejada de la forma en que deberían vivir que cualquiera que abandone lo que "es" por lo que "debería ser" persigue su ruina en lugar de su preservación; porque el hombre que busca el bien en todos sus actos seguramente se arruinará, ya que hay tantos hombres que no son buenos. Por este franco pragmatismo, el cardenal Pole denunció a Nicolás Maquiavelo como apóstol del diablo.

(Men have imagined republics and principalities that never really existed at all. Yet the way men live is so far removed from the way they ought to live that anyone who abandons what 'is' for what 'should be' pursues his downfall rather than his preservation; for a man who strives after goodness in all his acts is sure to come to ruin, since there are so many men who are not good. For this plainspoken pragmatism, Cardinal Pole denounced Niccolò Machiavelli as the devil's apostle.)

por David Mitchell
(0 Reseñas)

El texto analiza el contraste entre los sistemas de gobierno idealizados que la gente imagina y la realidad del comportamiento humano. Sugiere que la humanidad a menudo se desvía significativamente de cómo debería funcionar idealmente. Aquellos que abandonan el estado actual de las cosas por ideales inalcanzables pueden, en última instancia, enfrentarse al fracaso. Esta perspectiva enfatiza los desafíos de luchar por el bien en un mundo lleno de personas que actúan en contra de tales ideales.

La denuncia del Cardenal Pole de Maquiavelo como el "apóstol del diablo" resalta la tensión entre los ideales filosóficos y el gobierno práctico. Subraya la creencia de que la búsqueda de la virtud a menudo conduce a la caída en un mundo imperfecto, donde muchos carecen de las mismas aspiraciones morales. Esto refleja un comentario más amplio sobre la naturaleza humana y las complejidades inherentes al pensamiento político.

Stats

Categorías
Votes
0
Page views
15
Actualizar
enero 21, 2025

Rate the Quote

Añadir comentario y reseña

Opiniones de usuarios

Basado en 0 opiniones
5 estrellas
0
4 estrellas
0
3 estrellas
0
2 estrellas
0
1 estrellas
0
Añadir comentario y reseña
Nunca compartiremos tu correo electrónico con nadie más.
Ver más »

Popular quotes

Mi vida no es más que una gota en un océano sin límites. Sin embargo, ¿qué es un océano sino una multitud de gotas?
por David Mitchell
Un libro a medio leer es una historia de amor a medio terminar.
por David Mitchell
Viaja lo suficientemente lejos y te encontrarás contigo mismo.
por David Mitchell
Nuestras vidas no son nuestras. Estamos ligados a los demás, pasados ​​y presentes, y con cada crimen y cada bondad, damos origen a nuestro futuro.
por David Mitchell
Creo que hay otro mundo esperándonos. Un mundo mejor. Y allí te estaré esperando.
por David Mitchell
Los libros no ofrecen un verdadero escape, pero pueden evitar que una mente se rasque en carne viva.
por David Mitchell
El poder ilimitado en manos de personas limitadas siempre conduce a la crueldad.
por David Mitchell
Dices que estás "deprimido"; todo lo que veo es resiliencia. Se le permite sentirse desordenado y del revés. No significa que seas defectuoso, simplemente significa que eres humano.
por David Mitchell
La gente pontifica: "El suicidio es egoísmo". Los eclesiásticos de carrera como Pater van un paso más allá y convocan un ataque cobarde contra los vivos. Los patán argumentan esta engañosa línea por diversas razones: para evadir los dedos de la culpa, para impresionar a la audiencia con la propia fibra mental, para desahogar la ira, o simplemente porque uno carece del sufrimiento necesario para simpatizar. La cobardía no tiene nada que ver con esto: el suicidio requiere un coraje considerable. Los japoneses tienen la idea correcta. No, lo que es egoísta es exigir a otro que soporte una existencia intolerable, sólo para ahorrarles a las familias, amigos y enemigos un poco de examen de conciencia.
por David Mitchell
Poder, tiempo, gravedad, amor. Las fuerzas que realmente patean traseros son todas invisibles.
por David Mitchell