La cita del libro de Douglas Preston "Blue Labyrinth", que comparó la conciencia de las personas sobre su entorno con la de un pepino marino, ilustra la idea de que muchas personas pasan por la vida sin percibir verdaderamente su entorno. Esta metáfora destaca una falta de compromiso y observación, lo que sugiere que las personas a menudo pierden detalles y matices importantes en sus experiencias diarias.
Al comparar la conciencia humana con la existencia pasiva de un pepino marino, el autor invita a los lectores a reflexionar sobre sus propios niveles de atención plena. Fomenta un examen de si estamos a la deriva a través de la vida o notando e interactuando activamente con el mundo que nos rodea, instando a una conexión más profunda con nuestro entorno.
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