En el libro de Mitch Albom "For One More Day", se transmite un mensaje vital sobre cómo nos comunicamos con los niños sobre los desafíos. La idea de que nunca debemos decirle a un niño que algo es demasiado difícil resuena profundamente, ya que puede moldear su confianza y voluntad de asumir nuevos desafíos. En cambio, alentar a un niño a perseverar fomenta la resiliencia y una mentalidad de crecimiento, ayudándolo a creer en sus propias habilidades.
Esta perspectiva enfatiza la importancia del apoyo y el estímulo en el desarrollo de un niño. Cuando los niños enfrentan obstáculos, en lugar de desánimo, se benefician del refuerzo positivo que los motiva a intentar, aprender y tener éxito. Este enfoque no sólo les ayuda a conquistar tareas inmediatas, sino que también les prepara para futuros desafíos en la vida, inculcándoles la fe en su potencial.