La cita destaca el profundo impacto que el amor y la crianza tienen en el desarrollo de un niño. Sugiere que los niños no son inherentemente malos ni predispuestos a la delincuencia; En cambio, sus entornos y el afecto que reciben juegan roles cruciales en la configuración de su futuro. Cuando los niños crecen sin amor, pueden tener dificultades para desarrollar relaciones saludables y mecanismos de afrontamiento, lo que lleva a problemas de comportamiento graves en la edad adulta.
Jeannette Walls, en su libro "The Glass Castle", ilustra cómo la ausencia de amor puede conducir a caminos destructivos. La declaración subraya la importancia de una educación de apoyo, enfatizando que cuando los niños carecen de apoyo emocional, pueden recurrir a puntos de venta negativos como el abuso de sustancias o el comportamiento violento, mostrando las consecuencias a largo plazo de la negligencia.
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