En el libro "Princesa: Secretos para compartir" de Jean Sasson, el autor enfatiza que cada individuo nace en su familia, país y cultura sin ninguna opción. Esta realidad pone de relieve las circunstancias inherentes que moldean la identidad y las experiencias de una persona desde una edad temprana, convirtiéndola en un aspecto fundamental de la existencia humana.
La cita reflexiona sobre la falta de control que las personas tienen sobre sus comienzos y sugiere que estos factores juegan un papel crucial en la determinación de la propia visión del mundo. Transmite una verdad conmovedora sobre la aleatoriedad de la vida y la importancia de comprender diversos orígenes y perspectivas.