Isabel reflexiona sobre la incomodidad que muchas personas sienten cuando son el centro de atención, lo que sugiere que estar en exhibición es generalmente desagradable. Ella reconoce, sin embargo, que hay excepciones a este sentimiento.
Algunas personas, como actores y narcisistas, prosperan en el centro de atención. El pensamiento de Isabel ilustra la dualidad del comportamiento humano hacia la atención, destacando cómo ciertas personalidades pueden buscarlo, mientras que otros lo evitan.