Ahora piensa, mi hermano, estarás en el cielo muy pronto. Desde el año pasado, un gran número se ha ido a casa: antes del próximo año, muchos más habrán ascendido a la gloria. Sentados en esos asientos celestiales, ¿cómo desearemos haber vivido debajo? -Carles Spurgeon
(Now think, my brother, you will be in Heaven very soon. Since last year a great number have gone home: before next year many more will have ascended to glory. Sitting up in those celestial seats, how shall we wish that we had lived below? -Charles Spurgeon)
En un mensaje reflexivo, Charles Spurgeon nos anima a considerar nuestras vidas en relación con la eternidad. Él pide a los lectores que piensen en la naturaleza fugaz de la vida y las muchas almas que se han ido al cielo desde el año anterior. Este reconocimiento de la pérdida invita a una sensación de urgencia al vivir nuestras vidas terrenales con propósito e intención, a medida que abordamos el momento en que nosotros también podemos enfrentar nuestros momentos finales.
Las palabras de Spurgeon sirven como un recordatorio para apreciar nuestras vidas y evaluar nuestras elecciones. Él enfatiza que una vez en el cielo, podríamos anhelar los días que pasamos en la tierra, deseando haber tomado acciones más significativas. Esta perspectiva alienta a los creyentes a centrarse en vivir de una manera que se alinee con los valores eternos, fomentando una apreciación más profunda por el tiempo que tenemos y el legado que dejamos atrás.