Octubre es el mes más cruel de cualquier año electoral, pero para entonces, el dolor es tan grande que incluso los fuertes son como la gelatina y el tiempo ha perdido todo significado para cualquiera que todavía esté involucrado en una campaña política. En ese momento, incluso los candidatos que se ejecutan sin oposición han abandonado toda esperanza de victoria y viven solo para el día en que finalmente serán libres de vengarse de todos esos bastardos traicioneros que una vez se falleció como amigos y aliados leales y juraron que solo estaban en él porque todos compartían las mismas esperanzas y sueños ...
(October is the cruelest month of any election year, but by then, the pain is so great that even the strong are like jelly and time has lost all meaning for anybody still involved in a political campaign. By that time, even candidates running unopposed have abandoned all hope of victory and live only for the day when they will finally be free to seek vengeance on all those treacherous bastards who once passed themselves off as loyal friends and allies and swore they were only in it because they all shared the same hopes and dreams....)
Octubre marca un momento particularmente desafiante en cualquier ciclo electoral, donde el estrés y el peaje emocional se vuelven abrumadores para los candidatos políticos. En esta etapa, incluso las personas más fuertes pueden sentir que su resolución se ha desmoronado, mientras que la naturaleza implacable de las campañas deforma cualquier sentido del tiempo. Las presiones de la carrera crean una atmósfera de desesperación que puede consumir a todos los candidatos, independientemente de su posición.
A medida que avanza el mes, aquellos candidatos que inicialmente tuvieron aliados comenzaron a sentirse traicionados, dándose cuenta de que sus supuestos amigos pueden haber sido egoístas todo el tiempo. Esta sensación de desilusión lleva a muchos a fantasear con la retribución contra aquellos que alguna vez confiaron. La camaradería y el idealismo que alimentaron sus esfuerzos parecen perdidos, dejándolos lidiar solo con un deseo de liberación y venganza contra las maquinaciones políticas que alguna vez abrazaron.