En la noche de apertura del espectáculo, Lin se encontró bajo las brillantes luces de la carpa de Rogers, reflexionando sobre la profunda conexión entre la historia de Eliza y la producción misma. Reconoció que los desafíos y la resistencia de Eliza fueron las fuerzas impulsoras detrás de su inspiración para crear Hamilton. Esta realización hizo que la actuación fuera más significativa para él, ya que destacó el impacto de su legado.
Además, Lin entendió que el programa no era simplemente un recuento de la historia, sino también un tributo al espíritu duradero de Eliza. Sus luchas y triunfos resonaron a lo largo de la narración, entrelazando su influencia con la expresión artística de Hamilton. Esta conexión subrayó la importancia de reconocer a quienes pavimentaron el camino para las generaciones futuras.