Lin desafía la noción popular de que los artistas deben sufrir para crear un trabajo impactante, afirmando que es un mito. Él enfatiza que uno puede llevar una vida alegre y satisfactoria mientras explora temas profundos y complejos en su arte. Esta perspectiva fomenta un enfoque más equilibrado de la creatividad.
Además, Lin destaca la capacidad de vivir plenamente, participar en la felicidad personal y las relaciones mientras produce arte que puede profundizar en temas más oscuros. Esto refleja una comprensión moderna de la vida del artista, donde la salud emocional y la expresión creativa pueden coexistir armoniosamente.