Los padres que disfrutan excesivamente a sus hijos en nombre del amor pueden no reconocer los efectos nocivos de sus acciones. Si bien la sociedad a menudo pasa por alto tal comportamiento, esta forma de negligencia emocional puede ser tan perjudicial como el abuso físico. La perspectiva del autor sugiere que lo que se pretende como afecto puede conducir a consecuencias significativas a largo plazo para el desarrollo de un niño y la interacción social.
En "dinero, posesiones y eternidad", Randy Alcorn enfatiza la necesidad de que los padres reflexionen sobre sus métodos de crianza. Argumenta que el amor equivocado puede crear un impacto negativo en el carácter y las relaciones futuras del niño, destacando la importancia de la crianza equilibrada y responsable en lugar de la indulgencia.