Randy Alcorn comparte una lección significativa sobre la administración, enfatizando la distinción entre propiedad y gestión. Reconoce que si bien Dios es el verdadero propietario de todos los activos, él es simplemente un gerente confiado con esos recursos. Esta perspectiva fomenta un sentido de responsabilidad, instando a las personas a adoptar la mentalidad de un mayordomo, donde reconocen que su papel no es reclamar el derecho sino manejar los dones de Dios de acuerdo con su voluntad.
.En opinión de Alcorn, ser un administrador implica buscar activamente comprender los deseos del propietario e implementarlos en la gestión de recursos. Destaca que la administración es fundamentalmente de servir los intereses del propietario y usar los activos confiados de una manera que se alinee con las intenciones de Dios, reforzando la creencia de que somos cuidadores de lo que finalmente le pertenece.
.