En el libro "Amigos, amantes, chocolate" de Alexander McCall Smith, el concepto de resolución se destaca como un elemento crucial tanto en la música como en la vida. Los músicos entienden que una pieza debe concluir en una nota específica para lograr un fin satisfactorio. Sin esta resolución, la composición se siente incompleta o incorrecta, lo que refleja una verdad profunda sobre la expresión artística.
Esta analogía se extiende a nuestras vidas, lo que sugiere que así como la música se esfuerza por un final armonioso, también buscamos el cierre y la resolución en nuestras experiencias personales. La vida, al igual que una canción, requiere una sensación de finalización para sentirse entera y significativa. La interacción de estas ideas enfatiza la búsqueda universal de satisfacción y resolución tanto en la creatividad como en la existencia.