Robert Ashford poseía uno de los defectos de personajes clave necesarios para un traidor. Pensó que era más inteligente que todos los demás. Esto permitió que el burócrata de carrera sobrecargado vendiera su propio país, porque creía que sabía lo que era mejor para su nación y su gente.
(Robert Ashford possessed one of the key character flaws necessary to a traitor. He thought he was smarter than everyone else. This allowed the overeducated career bureaucrat to sell out his own country, because he believed he knew what was best for his nation and its people.)
Robert Ashford exhibió un defecto de carácter significativo que a menudo se asocia con la traición: un sentido de superioridad. Se convenció de que era más inteligente que los que lo rodeaban, lo que finalmente lo llevó a tomar decisiones traicioneras. Su creencia en su propia sabiduría lo cegó a los peligros de sus acciones.
Como burócrata de carrera educada, Ashford se sintió justificado al comprometer su lealtad a su país. Él creía que tenía una mejor comprensión de lo que se necesitaba para su nación y su gente, lo que finalmente lo llevó a vender su propio país, ilustrando cómo la confianza fuera de lugar puede conducir a consecuencias devastadoras.