El personaje en "The Sunday Philosophy Club" inicialmente tenía una fuerte creencia de que los individuos deben proporcionar respuestas veraz y evitar ocultar hechos que podrían alterar las interpretaciones de una situación. Ella abogó por una comprensión integral de la veracidad, argumentando por un amplio deber de divulgación en la comunicación. Sin embargo, tras una reflexión adicional, su punto de vista cambió.
Mientras mantenía la importancia de la honestidad, reconoció que la obligación de divulgar completamente la información solo se aplica cuando hay una expectativa razonable para tal transparencia. En consultas casuales cuando el interrogador carece de un derecho legítimo a la información, la obligación de revelar puede no aplicarse, lo que significa una comprensión matizada de la comunicación ética.