El silencio solo es aterrador para las personas que están compulsivamente verbalizando.
(Silence is only frightening to people who are compulsively verbalizing.)
En "El trabajo: entrevistas con William S. Burroughs", el autor discute las complejidades de la comunicación y la naturaleza del silencio. Sugiere que para aquellos que tienden a hablar en exceso, el silencio puede evocar ansiedad. Esta idea postula que las personas que sienten la necesidad de expresarse constantemente pueden encontrar momentos de inquietud tranquila, ya que dependen de la verbalización para procesar sus pensamientos y emociones.
La cita de Burroughs destaca un aspecto significativo de la interacción humana, enfatizando que el silencio puede ser una experiencia poderosa e introspectiva para aquellos que la adoptan. Si bien algunos pueden temerlo, el silencio también puede servir como un espacio para la reflexión y la autoconciencia, lo que permite a las personas conectarse más profundamente con su ser interno y el mundo a su alrededor.