En la "transferencia de Manhattan" de John Dos Passos, el paisaje urbano se describe vívidamente, capturando el ajetreo y el bullicio de la vida urbana. Los autobuses se alinean con fuerza, que recuerdan a un desfile de circo, que transmiten un sentido del caos y la conexión entre varios vecindarios, desde Morningside Heights hasta la Plaza de Washington. La representación de los pasajeros, incluidas las serpientes y las aletas de la sala, destaca las diversas interacciones sociales que ocurren mientras navegan por la ciudad desde la ciudad hasta el centro.
Las imágenes de la luna nueva brillan sobre Weehawken y el viento de un sombrío domingo subrayan un estado de ánimo más reflexivo en medio del caos animado. El polvo en el aire simboliza los restos del día, mezclándose con la vitalidad de la vida nocturna de la ciudad. Este contraste entre la energía del paisaje urbano y la tranquilidad de un momento crepuscular pinta un rico retrato de la vida en Manhattan a principios del siglo XX.