TAL TUVO QUE reírse. ¡Apenas presentable! ¿No era extraña la forma en que los humanos se miraban a sí mismos con ojos de carne y no del Espíritu? Ciertamente esa querida mujer había pasado por fango e inmundicia de todos los grados; estaba llena de cicatrices, exhausta, andrajosa y sucia. Pero a los ángeles, ella se apareció como Dios mismo la vio, como cualquier otro santo redimido del Dios vivo: pura, resplandeciente, limpia, vestida con vestiduras blancas como la nieve.

TAL TUVO QUE reírse. ¡Apenas presentable! ¿No era extraña la forma en que los humanos se miraban a sí mismos con ojos de carne y no del Espíritu? Ciertamente esa querida mujer había pasado por fango e inmundicia de todos los grados; estaba llena de cicatrices, exhausta, andrajosa y sucia. Pero a los ángeles, ella se apareció como Dios mismo la vio, como cualquier otro santo redimido del Dios vivo: pura, resplandeciente, limpia, vestida con vestiduras blancas como la nieve.


(TAL HAD TO laugh. Hardly presentable! Wasn't it strange, the way humans looked at themselves with eyes of flesh and not of the Spirit? Certainly that dear woman had been through mire and filth of every degree; she was scarred, exhausted, ragged, and dirty. But to the angels, she appeared as God Himself saw her, just as any other redeemed saint of the living God: pure, shining, clean, dressed in garments as white as snow.)

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A Tal le divirtió la forma en que los humanos perciben sus propias apariencias. Le pareció extraño que la gente se viera a sí misma con ojos físicos en lugar de espirituales. En el contexto de una mujer que había soportado dificultades, señaló cómo la sociedad podría juzgarla en función de su estado desgastado y andrajoso, que incluía cicatrices visibles y suciedad. Sin embargo, esta evaluación superficial ignoró por completo la verdad más profunda de su valor.

En contraste, para los ángeles y, más importante aún, para Dios, esta mujer fue vista bajo una luz diferente. En lugar de centrarse en su condición física, la reconocieron como redimida y pura, adornada con vestiduras tan blancas como la nieve. Esta perspectiva destacó la realidad espiritual esencial que trasciende el juicio humano, recordando a los lectores la dignidad inherente y la belleza divina presentes en cada individuo, independientemente de sus circunstancias externas.

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noviembre 07, 2025

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