La cita de "My Italian Bulldozer" de Alexander McCall Smith captura la esencia de la resistencia y la alegría interior de un artista. Destaca que el cumplimiento de un artista proviene de su propia comprensión y apreciación de su trabajo, no de validación o reconocimiento externo. Independientemente de cómo pueda responder el mundo, el creador encuentra consuelo en el conocimiento de que su arte es valioso y significativo. Esta satisfacción interna permite a los artistas resistir la indiferencia o la crítica de otros.
Esta perspectiva enfatiza la importancia de la autoestima y la convicción en los esfuerzos creativos de uno. La felicidad del artista se basa en la autoestima de su talento y las recompensas intrínsecas de la creación. Este sentimiento refuerza la idea de que el verdadero cumplimiento proviene de adentro, lo que permite a los artistas prosperar incluso ante la adversidad o la negligencia. En esencia, el viaje del artista es de satisfacción personal, donde la calidad de su trabajo sirve como un escudo contra la indiferencia mundana.