En el libro "God Knows" de Joseph Heller, el narrador expresa frustración por la famosa estatua de David de Michelangelo, específicamente con respecto a su representación de él como incircuncised. Este comentario refleja un sentido más profundo de indignación sobre cómo se retratan las figuras históricas y los conceptos erróneos que surgen de las interpretaciones artísticas. La exasperación del narrador destaca una desconexión entre su identidad y la forma en que está representado en el arte.
Esta declaración sirve no solo como una crítica humorística sino también como comentarios sobre la importancia de la autenticidad en la representación. El uso del narrador del lenguaje grosero subraya su molestia y enfatiza la absurda de ser tergiversado de una manera tan icónica. A través de esta lente, Heller explora temas de identidad y el impacto duradero de los legados culturales, lo que lleva a los lectores a reconsiderar lo que aceptamos como verdad en el arte y la historia.