Así es la vida. Duele, está sucio y se siente muy, muy bien.
(That's life. It hurts, it's dirty, and it feels very, very good.)
En la cita de Orson Scott Card de "Los niños de la mente", el autor capta las complejidades de la vida. Reconoce que la vida puede ser dolorosa y desordenada, pero al mismo tiempo también trae profundo placer y alegría. Esta dualidad es un aspecto fundamental de la experiencia humana, que ilustra cómo a menudo soportamos dificultades y al mismo tiempo apreciamos los momentos que hacen que la vida valga la pena.
La perspectiva perspicaz anima a los lectores a aceptar tanto las dificultades como los placeres que conlleva la existencia. Sugiere que incluso cuando se enfrentan desafíos, se puede encontrar belleza en el viaje, destacando la riqueza de la vida que surge de experimentar una amplia gama de emociones.