En "El arte perdido de la gratitud", Isabel enfatiza la importancia de la práctica en el desarrollo personal. Ella cree que para mejorarnos y convertirnos en mejores individuos, necesitamos participar activamente en prácticas que fomenten el crecimiento y la comprensión. Su perspectiva resalta la necesidad del esfuerzo y la reflexión en el viaje hacia la superación personal.
Esta noción sugiere que simplemente reconocer la necesidad de cambio no es suficiente; También se debe realizar acciones deliberadas y cultivar hábitos que conduzcan a la transformación personal. A través del carácter de Isabel, la narración transmite que el crecimiento es un proceso continuo que requiere dedicación y compromiso.