Se debe instar al duelo a "sentarse en una habitación soleada", preferiblemente una con un fuego abierto.
(The bereaved must be urged to "sit in a sunny room," preferably one with an open fire.)
En "El año del pensamiento mágico", Joan Didion explora el profundo dolor que acompaña a la pérdida, enfatizando la importancia de crear un entorno enriquecedor para aquellos en luto. Ella sugiere que se debe alentar a las personas desconsoladas a buscar consuelo en espacios brillantes y cálidos, ya que esto puede proporcionar consuelo y promover la curación durante un momento tan difícil.
Al recomendar una habitación soleada con un fuego abierto, Didion destaca la importancia de la configuración física en la recuperación emocional. Tales espacios pueden fomentar la introspección y permitir que las personas procesen su dolor con más suavidad, lo que refleja la naturaleza delicada de navegar la vida después de una pérdida significativa.