El escritorio del capellán está abarrotado de solo la presencia de un feo tomate rojo naranja, simbolizando sus sentimientos de insuficiencia. Este tomate, un regalo del coronel Cathcart, ha sido abandonado y olvidado, reflejando el sentido de fracaso y desorden del capellán en su vida. Su naturaleza indestructible enfatiza cómo sus desafíos persisten y siguen siendo imposibles de ignorar.
Las imágenes del tomate son sorprendentes, retratando no solo un objeto físico sino también un peso emocional más profundo. Representa las luchas del capellán dentro del entorno caótico y absurdo en el que se encuentra, destacando temas de incompetencia y las presiones de autoridad en "Catch-22". El tomate olvidado se destaca como un testimonio de sus conflictos internos y deficiencias en un mundo aparentemente indiferente.