La respuesta emocional del personaje a ver los libros es paralelo a su hambre física de comida después de una larga jornada laboral. Esta comparación destaca el profundo anhelo que siente por el conocimiento y la comodidad que brindan los libros, al igual que una comida nutritiva restaura la energía. Subraya la idea de que el compromiso intelectual es tan vital para su bienestar como la comida es para su salud física.
A través de esta metáfora, el autor ilustra la profunda conexión entre el espíritu del personaje y su necesidad de sustento literario. Sugiere que su búsqueda de comprensión y perspicacia le da a su vida un propósito, similar a cómo la alimentación alimenta su cuerpo. Esto enfatiza la importancia de la realización física e intelectual en la experiencia humana.