El corazón humano comete su mayor traición por la curación. Comprende su mayor traición al sobrevivir al amor que se suponía que duraría para siempre, que se suponía que era la carga del corazón en la eternidad, solo para que esa carga se sienta por demasiado tiempo y, peor, demasiado banalidad, demasiado de todo lo que está bajo amor, no lo suficientemente bueno para el amor.
(The human heart commits its greatest treachery by healing. It commits its greatest treachery by surviving the love that was supposed to last forever, that was supposed to be the heart's burden into eternity, only for that burden to be laid down by too much time and, worse, too much banality, too much of everything that's beneath love, not good enough for love.)
En el libro de Steve Erickson, Shadowbahn, la cita se refleja en la paradoja del corazón humano y su capacidad para sanar. Sugiere que si bien la curación es un proceso natural, viene con una sensación de traición contra el amor que se esperaba que soportara indefinidamente. Este concepto enfatiza la idea de que el amor, una vez perdido, deja una herida profunda, y la capacidad del corazón de avanzar puede sentirse como una traición profunda contra esos sentimientos.
El pasaje también explora la noción de que el tiempo y los aspectos mundanos cotidianos de la vida pueden diluir la intensidad del amor. Implica que la supervivencia y la curación eventual del corazón pueden disminuir la importancia de un vínculo una vez sagrado, reemplazándolo con una aceptación de la mediocridad. Esta transformación plantea preguntas sobre la naturaleza del amor, la pérdida y la experiencia humana, revelando una lucha entre aferrarse a recuerdos apreciados y abrazar el presente.