Todo el marco de la presidencia se está saliendo de control. Ha llegado al punto en el que casi no puedes correr a menos que puedas hacer que las personas se saliven y se azoten con palos grandes. Casi tienes que ser una estrella de rock para obtener el tipo de fiebre que necesitas para sobrevivir en la política estadounidense.
(The whole framework of the presidency is getting out of hand. It's come to the point where you almost can't run unless you can cause people to salivate and whip on each other with big sticks. You almost have to be a rock star to get the kind of fever you need to survive in American politics.)
Hunter S. Thompson, en su libro "Fear and Loathing on the Campaign Trail '72", critica el estado actual de la carrera presidencial al afirmar que el panorama político se ha vuelto excesivamente sensacionalizado. Argumenta que los candidatos ahora deben evocar respuestas emocionales intensas del público, comparando esto con un espectáculo en el que los seguidores casi son frenesí. Este entorno presiona a los candidatos a adoptar personajes más grandes que la vida similares a las estrellas de rock para obtener el entusiasmo necesario para tener éxito en la arena política.
El comentario de Thompson destaca la preocupante dinámica de la política estadounidense, donde la sustancia y la política a menudo quedan en segundo plano para el carisma y el espectáculo. El énfasis en el rendimiento sobre el liderazgo genuino plantea preocupaciones sobre las cualidades necesarias para una gobernanza efectiva. Él llama el absurdo de un sistema que parece priorizar la imagen y la popularidad sobre la capacidad de promulgar un cambio significativo, lo que sugiere un problema más profundo dentro del proceso electoral.