La frase "Hay hombros anchos, incluso donde no hay hombros anchos" destaca la idea de que el apoyo y la fuerza se pueden encontrar en lugares o formas inesperados. Sugiere que a pesar de la ausencia de asistencia obvia, aún puede haber opciones de ayuda y resistencia. Esta reflexión fomenta el optimismo y una sensación de esperanza, recordando a los lectores que la vida puede ofrecer recursos incluso cuando parecen escasos.
En "La mujer que caminó bajo el sol" de Alexander McCall Smith, este sentimiento resuena a lo largo de la narración, mientras los personajes navegan por los desafíos mientras demuestran la fuerza interior y el apoyo comunitario. La historia enfatiza la importancia de llegar y reconocer el potencial de apoyo en general, incluso en las circunstancias más sin pretensiones.