En "La agencia de detectives de las damas No. 1", Alexander McCall Smith destaca la riqueza del lenguaje relacionada con acciones físicas como empujar y transportar, lo que sugiere un mundo lleno de complejidad y funcionalidad. La abundancia de términos para estas acciones refleja los aspectos tangibles de la vida que a menudo dominan la experiencia humana.
Por el contrario, la ausencia de palabras para emociones como el amor y la felicidad, así como las simples alegrías como las canciones de la mañana de las aves, subraya una tendencia cultural a pasar por alto la importancia de estas experiencias delicadas y profundas. Este contraste invita a la reflexión sobre cómo valoramos diferentes aspectos de la comunicación y la existencia.