En "mil pequeñas corduras: la aventura moral del liberalismo", el autor Adam Gopnik explora las complejidades del liberalismo y sus principios a menudo incomprendidos. Él profundiza en la idea de que los sistemas de creencias pueden ser desafiados en circunstancias extremas, como se refleja en la cita, "no hay ateos en las zorro y no hay liberales en las peleas de bares". Esto sugiere que en tiempos de crisis, las personas pueden abandonar sus posturas ideológicas, destacando la naturaleza pragmática del comportamiento humano cuando se enfrentan al conflicto.
Gopnik argumenta que el verdadero liberalismo se trata de navegar en ambigüedades morales y adoptar un diálogo que promueva la comprensión. Él enfatiza que el liberalismo no es solo una doctrina política estricta sino un compromiso con la investigación moral continua, que subraya la importancia de la compasión y el progreso gradual. A través de sus reflexiones, refuerza la noción de que los esfuerzos pequeños e incrementales pueden conducir a un cambio social significativo, abogando por una apreciación más matizada de los valores liberales en tiempos desafiantes.