En su libro "A Thousand Small Sanderity", Adam Gopnik explora el concepto de absolutismos competitivos y su dinámica en la sociedad. Sugiere que estas ideologías conflictivas muestran inherentemente un nivel de respeto entre sí, ya que ambas se basan en creencias firmes. Este reconocimiento mutuo contrasta con el tratamiento de aquellos que rechazan los principios absolutos por completo, destacando cómo los absolutos pueden crear un marco para el diálogo, incluso en medio del desacuerdo.
La afirmación deGopnik enfatiza la complejidad de las interacciones ideológicas. Si bien los absolutistas pueden desafiar las opiniones de los demás, su reconocimiento entre sí puede fomentar un discurso más comprometido en comparación con el enfoque despectivo a menudo dirigido a aquellos que prefieren una perspectiva más matizada o relativa. Esta reflexión sobre el liberalismo subraya la importancia de comprender y respetar diversos puntos de vista en la aventura moral en curso del desarrollo social.