El autor destaca avances significativos que ocurren en África que a menudo se pasan por alto. Estas mejoras indican un cambio positivo en la sociedad, donde los desafíos que enfrentan los líderes opresivos se han intensificado en comparación con el pasado. Esta evolución sugiere una creciente resistencia y fortaleza entre las personas, lo que lleva a un futuro más esperanzador.
A pesar de las dificultades que continúan existiendo, la narración enfatiza que el progreso logrado es significativo e impactante. Los desafíos que enfrentan los tiranos ahora reflejan un panorama cambiante donde la responsabilidad y el empoderamiento son cada vez más frecuentes, creando un entorno propicio para la transformación y el desarrollo en la región.