En la novela de David Mitchell "The Bone Clocks", el autor explora la marcada división entre las clases sociales y los mecanismos que mantienen esta disparidad. Una cita conmovedora destaca la dependencia de la élite de escuelas públicas inadecuadas para evitar que los niños superdotados de entornos socioeconómicos más bajos se infiltren en sus círculos privilegiados. Esto refleja un tema más amplio de estructuras sociales diseñadas para preservar la riqueza y el estatus dentro de un grupo selecto.
Mitchell ilustra cómo la educación puede servir como barrera, impidiendo que personas con talento logren una movilidad ascendente. La idea de que las clases de élite imponen limitaciones a la educación de la clase trabajadora sirve como crítica de un sistema que prioriza el mantenimiento de privilegios sobre la igualdad de oportunidades para todos los niños, independientemente de su origen. Subraya la necesidad de un cambio sistémico para crear una sociedad más equitativa.