En su libro "Lecciones de natación", Mary Alice Monroe destaca la importancia de experimentar la naturaleza como niño en lugar de simplemente adquirir conocimiento al respecto. Ella enfatiza que la verdadera apreciación y conexión con el medio ambiente provienen de sentir y explorar, en lugar de memorizar hechos sobre diferentes especies.
Esta perspectiva sugiere que fomentar un vínculo profundo y emocional con la naturaleza es crucial para el desarrollo de los niños. Tales experiencias no pueden enseñarse efectivamente a través de libros; Requieren una interacción genuina con el mundo natural para resonar e inspirar realmente una sensación de asombro y respeto por el medio ambiente.
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