En la novela de Philip K. Dick "Fluye mis lágrimas, el policía dijo:" El tema de la existencia está intrincadamente conectado con la idea de ser perseguido. La cita "para vivir es perseguir" sugiere que vivir inherentemente implica lidiar con recuerdos, arrepentimientos y los espectros de nuestras elecciones pasadas. Dick explora cómo estos elementos inquietantes dan forma a la identidad personal e influyen en nuestras acciones en un mundo extraño...